El Principio del fin

Al “proyecto” le dieron el nombre del curso de agua que corre entre los cerros: Río Colorado; y abarcaba una superficie de 762 km2, que según los muestreos realizados por la CNEA albergaba afloramientos mineralizados de uranio, cobre y plata.
Triste destino el de Las Higueritas… el río que en otros tiempos le dio vida, signaría su destino para siempre.

A lo lejos, desde las derruidas casas, unos pocos frutales que todavía se yerguen orgullosos y muestran sus frutos desafiantes contemplan la escena. A pesar de todo, hay vida en Las Higueritas y lucha por seguir de pie. Para la empresa, todo marchaba según sus planes.
Pero claro, el ir de venir de vehículos se hizo mas que evidente en la cercana Tinogasta… y el rumor se regó como pólvora: algo raro estaba pasando allí en los cerros.
Inscripciones empezaron a aparecer en el lugar del proyecto: “Esta agua no se toca” decía uno que todavía hoy se puede ver… las banderas que marcaban los lugares a explorar desaparecían… pero quienes eran ? El intruso había quedado al descubierto y ya no le sería tan fácil cumplir su cometido. Era el principio del fin del proyecto Río Colarado… pero eso… eso se los cuento mañana.
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