En su discurso inaugural del nuevo año legislativo, la presidenta Cristina Fernández realizó una nueva defensa a la actividad mega-minera, que no tiene licencia social para funcionar. “La minería es una fuente importante de recursos para las provincias, para sus habitantes y para el país”, indicó con su clásico tono de ‘palabra autorizada’. Lo que omite la Presidenta es que las empresas multinacionales que explotan los Recursos Naturales no tienen obligación de declarar todo lo que extraen de los cerros, tal es así que cuentan con puertos propios. Y que además los minerales son transportados en barcos hacia los países de origen (mayoritariamente Canadá, EEUU, China y Europa).
Sobre lo ambiental, la mandataria evidencia su poco interés sobre la defensa de los Recursos Naturales. "Hay que exigirles a las empresas el cuidado ambiental y la reinversión de las utilidades en las propias comunidades, lo vamos a hacer y vamos a trabajar. Yo vivo a 80 kilómetros de los glaciares y si se derriten desaparece mi casa así que no solo quiero cuidar el medio ambiente porque sea elegante o snob, sino por propia seguridad también", subrayó. Esta muy bien. Coincidimos con ella, ya que por eso hay tantos pueblos en lucha. Pero debemos marcar que esto contradice la realidad de los hechos. Esta comprobado que no hay forma de controlar a las empresas mineras. Para ingresar a un yacimiento, el propio Estado debe anunciarse previamente y queda a criterio del privado si le permite el acceso o no. Y de permitirlo, son los mineros los que marcan por donde se realizará la inspección. Llama la atención que este dato no sea relevado por la propia Presidenta. Esto marca el doble discurso que caracteriza la personalidad del Gobierno.
En otra párrafo de su extenso discurso, Cristina confundió el reclamo ciudadano con un reclamo político y criticó una "doble moral y doble vara para medir" por parte de la oposición. Las Asambleas Ciudadanas no se basan en un espíritu partidario, por el contrario, son absolutamente apartidarías. Los ciudadanos defienden su naturaleza, y no quieren que su territorio se vea afectado por estas corporaciones. Y no hay forma de subsistencia con la mega minería. Los números que mencionó ayer Cristina, para el pueblo y para el país son ficticios. Y es por eso que la gente dice NO. Y no es un NO caprichoso.
Hay otro modelo sustentable que es que el quiere desarrollar la ciudadanía en la Cordillera. Contrario al que se le quiere imponer desde el poder público. Podemos citar como ejemplo a Famatina y Chilecito, donde sus habitantes apuestan a vivir del turismo y de la producción regional. La zona cuenta con extensos cultivos de nogales (nueces), hay una excelente calidad de olivos, uvas, manzanas, peras y hortalizas. Además la cooperativa La Riojana (con sede en Chilecito) tiene más de 450 productores vitivinícolas con un espíritu de crecimiento a partir del desarrollo sustentable. Tal es así que sus vinos de primera calidad son premiados año a año en el mundo entero. Todas estas industrias generan una gran fuente laboral para las poblaciones, y su gente decidió seguir con este estilo de vida. Situaciones como estas se repiten en todas las provincias donde se pretenden instalar estos mega proyectos. Todas las zonas son advertidas por lo que sucede hoy en Andalgalá, donde La Alumbrera funciona desde el año 96, y generó una devastación en los ríos, el aire y el suelo al oeste de Catamarca. Esto es lo que la Presidenta debe saber, entender, pero por sobre todas las cosas respetar. Y dejar de imponer una política saqueadora.
Tampoco es verdad que Chile explota mejor la mega minería como se esmera en hacernos creer. Esta semana se conoció la denuncia que realizó la ciudadanía de Paipote hacia una empresa minera que les secó el rio Copiapó, y hoy se encuentran impedidos de tener el suministro.
Y ya caducó Sra. Presidenta, el versito de la rivalidad entre Capital Federal y el interior del país. Mientras que usted hablaba a sus fanáticos, los pueblos (incluidos los porteños) se preparaban para realizar la jornada nacional de lucha contra el modelo minero. Y fue esta otra jornada histórica donde los ciudadanos salen a las calles para defender el territorio.
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