martes, 10 de febrero de 2015

REPRESIÓN CONTRA LA PROTESTA CIUDADANA EN CONTRA DE LA MEGA MINERÍA EN TINOGASTA (CATAMARCA)

RECORDANDO EL10 DE FEBRERO

Todo esfuerzo siempre consigue logros. Hace casi ocho años el pueblo tinogasteño decidió apostar por la vida y escribió su decisión en la piedra de sus montañas; empeñó su esfuerzo en lograr un futuro sin megaminería, en continuar la vida de sus generaciones en un ambiente sano tal como lo establece nuestra Constitución. Se lanzó a la lucha con todo su amor, ardor y dignidad, sin medir la fuerza del enemigo y en el fragor de la batalla se dio cuenta que era David contra Goliat.
Sin embargo, siguió adelante con pasión, sabiduría, paciencia y decisión. Muchos de sus hijos cayeron rendidos como los "maulas" ante el resplandor de las migajas putrefactas del oro fácil, de los espejitos de colores donde se miran los bobos, pero la mayoría de sus dignos soldados continuaron temerarios empujados por la linda locura que da el amor, con la frente alta, los oídos sordos a la maledicencia propia del incapaz, con la vista firme en el objetivo, los brazos fuertes empuñando esas armas misteriosas e inexplicables que una "fuerza superior" le proveyó y sobre todo con la valentía y la templanza del corazón diaguita que alimenta sus raíces.
En un día 10 de febrero de hace tres años, la fuerza bruta que calla verdades molestas, ideas nobles, causas justas y el ardor por la defensa de la vida, mostró su ciega obediencia a intereses oscuros y con balas, perros y bastones intentó quebrantar la dignidad tinogasteña. Sin embargo hoy, con el dolor de las heridas puede ver los frutos del esfuerzo. Se pueden disfrutar pequeños pero significativos triunfos en las primeras batallas... LA LUCHA CONTINÚA, POR LA VIDA, POR NUESTROS HIJOS, POR EL FUTURO.
¡¡¡VIVA TINOGASTA!!!

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